Los Rolling Stones iniciaron en la noche del domingo en Londres el delirio de cerca de 20.000 seguidores en un concierto que marcaba la vuelta a los escenarios tras cinco años de ausencia. Los Stones, lograron abarrotar el pabellón O2 Arena de Londres al comienzo de la mini gira 50 And Counting que les llevará en diciembre a Nueva York y que ha levantado gran expectación al coincidir con el 50 aniversario de la banda.

 La noche comenzó con un vídeo que incluía los testimonios de algunos de sus admiradores como Elton John, Nick Cave, Pete Townshend o Iggy Pop. Los fans pudieron ver una vez más en un escenario con una enorme pasarela circular y dominado por unos grandes labios que cambiaban de color a Mick Jagger, Ronnie Wood, Keith Richards y Charlie Watts, a los que se unieron de manera excepcional Bill Wyman y Mick Taylor. La presencia de estos dos exintegrantes de la banda le dio a la noche un carácter especial ya que fue la primera vez en dos décadas que tocaron juntos en concierto todos sus miembros.
 
Fueron dos horas y media de show con algunas sorpresas, a “sus satánicas majestades” se unieron Mary J.Blige para interpretar "Gimme Shelter". También participó de la gran fiesta un viejo conocido, Jeff Beck, que les acompañó con "I'm going down". El concierto que arrancó con 'I wanna be your man' repasó sus grandes clásicos como "(I Can't Get No) Satisfaction", "Sympathy for the Devil", "Start me up", "Off Of My Cloud", "Paint It Black" , "Gimme Shelter" , "Let It Bleed", "Wild Horses", "All Down The Line" , "I’m Going Down", "Out Of Control" y otros clásicos. Como era de esperar, también presentaron los dos temas inéditos de Grrr!.
 

Antes de terminar la noche, Los Stones, junto a un grupo de coristas interpretaron "You Can’t Always Get What You Want". El último tema fue: "Jumpin’ Jack Flash".
En un momento del concierto, Mick Jagger, se dirigió al público, que pagó entre 106 y 950 libras y preguntó: "¿Qué tal estan los de los asientos baratos?" y añadió: "Aunque tampoco son tan baratos", en referencia a la polémica por los altos precios de la gira. A pesar de la enorme expectación y las pocas fechas programadas los organizadores no consiguieron vender todas las entradas y horas antes del concierto algunas páginas web ofrecían la posibilidad de asistir pagando a partir de 400 libras.
 

 
Hablando de dinero, lo curioso fue la banda británica fue multada hoy con 200 000 libras esterlinas (unos 320 600 dólares) porque su recital del domingo en el O2 Arena debía finalizar su actuación en vivo a las 22:30 hora local del domingo, pero se excedieron y terminaron el recital a las 23:00 horas. El recital había comenzado media hora tarde, a las 20:30.
Los Rolling Stones tocarán nuevamente en el O2 Arena el próximo 29 de noviembre, antes de trasladarse a Estados Unidos, donde actuarán en el Barclays Center de Brooklyn, en Nueva York, el 8 de diciembre, y en el Prudential Center de Newark, en New Jersey, los días 13 y 15 de ese mes.

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